Seguro de viaje

Acababa de pagar el seguro de viaje,
para un trayecto en el olvido,
porque ella,
con lágrimas en los ojos , el corazón en un puño
y aguando un café americano
le dijo
que la que iba a ser luna de miel,
se tornaba en hiel
que la magia de lo que habían tenido,
se había perdido entre la ropa apretujada en las maletas
rumbo de un destino incierto
en el que dejarse llevar por lo que ya viene impuesto
es lo más certero

Le dijo que su amor no cabe en la circunferencia de un anillo
que así no sabe el corazón amar
y que había elegido otro destino

Allí quedó él, con su cara de pócker y su maletita
observando alejarse las flores de su falda
y escudriñando la pantalla de las próximas salidas


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